El miércoles por la noche una insistente llamada al portero automático me levantó de la cama. Era Rodrigo, mi hermano, que vive en Bruselas, y se presentó de sorpresa en casa por el cumpleaños de mi madre. ¡Qué sorpresa! Ha sido una visita express, muy express, porque ya está de vuelta a su casa, y a su preciosa ciudad. Pero de vez en cuando, ¡estas sorpresas te alegran el día, y la semana!
(Cierro paréntesis)
(Inspiration)
Tenía que contaros la fugaz y sobre todo feliz visita de Rodrigo, pero eso era solo un paréntesis, porque vuelvo cargada de cosas, de próximas adquisiciones. Me encanta darme caprichos, me encanta ahorrar para comprarme esas cosas con las que he tenido un flechazo, y por eso, cuando por fin las tengo en mis manos, ¡soy feliz! Y estas cuñas con plataforma de Zara son un flechazo, me encantan las cuñas, son mi ojito derecho entre todos los zapatos de tacón, y siempre tengo un hueco para ellas; bueno, uno, o alguno más, porque mi zapatero se compone en su mayoría de preciosos zapatos de cuña como los que os enseñé el otro día y que van llegando a mi armario dosificadamente y por corazonadas.
Otra de mis próximas adquisiciones es esta camisa de tul transparente con cuello mao y sin manga.
Me acuerdo que hasta que no fui bien mayor, mi madre nunca me dejaba vestir de negro. Me decía que era un color demasiado sobrio y serio y que apagaba a las niñas que lo llevaban, que ya tendría tiempo...
Fue tener mi primer pantalón negro, y llenar todo mi armario de colores oscuros (sin caer en el goticismo, no os vayáis a pensar), pero no me gustan nada los estampados, ni la ropa recargada. Creo que la elegancia está en la sencillez, así que casi siempre termino yendo de negro, o colores oscuros.
A pesar de que soy partidaria de los complementos justos, este collar rígido de H&M podría adornar algún look a la perfección.
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